En el corazón de la comarca del Matarraña (Teruel) se halla situada la maravillosa y antigua Real Villa de Cretas; título otorgado por el Rey Carlos I de España. En sus calles aún podemos ver edificios de estilo gótico y renacentista. Antiguamente, la Villa estaba amurallada, actualmente quedan algunos restos de ella.
En el año 1789 la familia Albert, que vivía en esta Villa y pertenecía a la Orden de Calatrava, hizo construir esta masía para sus trabajadores, conocida posteriormente como Hort de l’Aubert.
En el año 2008, fue comprada por su actual propietaria, Rosa Mª Panadés, como vivienda particular, la cual después de una larga y cuidada restauración, ha creado en el antiguo almacén de viveros cuatro estudios para compartir con amigos, conocidos y gente sensibilizada con la naturaleza y el arte. Desde sus balcones se divisan los Puertos de Beceite, la antigua noria de la finca y la balsa de riego, junto con sus también originales canales. Dicha balsa ha sido rehabilitada como zona de baño; sus aguas provienen de los dos pozos que posee la finca, siendo depuradas por plantas acuáticas (sistema muy conocido en Centro Europa y poco en España), lo cual hace innecesaria la utilización de productos químicos, siendo por lo tanto un sistema totalmente ecológico.
Es un estudio dúplex preparado para 4 personas donde se hay en la planta inferior una cama de matrimonio más el lavabo, ducha y WC individuales. En la planta de entrada se hallan la cocina americana y un sofá cama de matrimonio. Equipado con servicios de cocina, mesa y baño.
Preparado para un máximo de 4 personas. Dispone de cocina americana con microondas, encimera y nevera. Tiene dos camas individuales y un sofá cama de matrimonio más el lavabo, ducha y WC individual. Equipado con servicios de cocina, mesa y baño.
Preparado para un máximo de 4 personas. Dispone de cocina americana con microondas, encimera y nevera. Tiene dos camas individuales y un sofá cama de matrimonio más el lavabo, ducha y WC individual. Equipado con servicios de cocina, mesa y baño.
Preparado para un máximo de 4 personas. Dispone de cocina americana con microondas, encimera y nevera. Tiene dos camas individuales y un sofá cama de matrimonio más el lavabo, ducha y WC individual. Equipado con servicios de cocina, mesa y baño.
Estudio y la casa en general muy cuidada y decorada con gusto y al detalle. La atención de la dueña como de la persona que gestiona la llegada de 10.
Es un alojamiento con mucho encanto , donde la dueña a puesto mucho de si misma y sus experiencias vitales y como viajera.
En general muy bien. Es un lugar muy bonito y estuvimos muy comodos.
El entorno es idílico y la decoración muy cuidada. Ideal para descansar y desconectar. La piscina natural es excepcional. La atención de la anfitriona ha sido excelente.